Ernst Jandl
Col |
Sandra Santana es autora de los libros de poemas Es el verbo tan frágil (Pre-Textos, 2008), Y ¡pum! un tiro al pajarito (Arrebato, 2014) y Marcha por el desierto (Pregunta Ediciones, 2004/2020), así como del ensayo El laberinto de la palabra. Karl Kraus en la Viena de fin de siglo (Acantilado, 2011). Como traductora ha realizado y publicado versiones de la obra de Ernst Jandl (Si no puede hacer nada por su cabeza, al menos arréglese la gorra, Arrebato, 2019), Karl Kraus (Palabras en versos, Pre-textos, 2005) y Peter Handke (Vivir sin poesía, Bartleby Ediciones, 2009; premio de traducción del Ministerio de Educación, Arte y Cultura Austriaco). Ha sido becaria de creación de la Residencia de Estudiantes, y del programa Artists-in-Residence de KulturKontakt Austria en la modalidad de traducción. Es profesora de Estética y Teoría de las Artes en la Universidad de La Laguna.
Ernst Jandl (Viena, 1925-2000) es uno de los componentes más destacados y a la vez más heterodoxos de la poesía experimental europea. Cercano a los escritores del Grupo de Viena (H.C. Artmann, Konrad Bayer o Gerhard Rühm) e influido por el dadaísmo, por Gertrud Stein y por la poesía concreta, durante su larga trayectoria adoptó en su escritura una gran variedad de formas: poemas sonoros o visuales, poemas para ser leídos en voz alta, susurrados o en silencio. El volumen Si no puede hacer nada por su cabeza, al menos arréglese la gorra, traducido por Sandra Santana y publicado en 2019 por Arrebato Libros, recoge una generosa muestra de la poesía de Jandl.
|
Col |
siete hijos
entonces, ¿cuántos hijos dice que tiene? — siete
dos de mi primera mujer
dos de mi segunda mujer
dos de mi tercera mujer
y uno
uno muy pequeño
de mí mismo
acostado, junto a ti
estoy acostado junto a ti. tus brazos
me rodean. tus brazos
rodean más de lo que soy.
tus brazos rodean lo que soy
cuando estoy acostado junto a ti y
me rodean tus brazos.
viena: plaza de los héroes [1]
de la radiante plaza de los héroes cerca
en mareante marea humana se enfracasaban
también allí mujeres de rodillas masculosas
intentaban fuertes apiñarse, preñadas de esperanza
y enceloriguían en esencia.
bravamente agitlerse el mechón sobre la frente
a las norteñas necesidades dirigido, rijeaba
con voz de números creciente en sangre corrupta
que guadaña al conjrunto de propietenderos
¡a la caza!
el becerrodios reduplicaba de fra-atSe a fra-Atse
con agallarda propacajada vozmuñón
cortejero pulilaba en el multimar humano
y las mujeres tan pentecosteras eran por la salva
especialmente: cuando una punta-rodilla las ciercosaba.
el chucho de chus
el chucho de chus le chulea
chus: chao chucho chao
el chucho de chus se achanta
chus: ay, ay, mi chucho
chus echa la cuenta
chus se da la vuelta
chus cierra la puerta
chus: chucho chucho
chus espera mucho
el chucho de chus le chupetea
chus: ven que te achucho, chucho
el chucho de chus se marea
el chucho de chus se mea
chus: ay, jesúsjesús
___
Notas
[1] En 1938 Jandl, siendo niño, observó a las multitudes aplaudir el célebre discurso de Adolf Hitler que anunciaba la «anexión austriaca» a la Alemania nazi en la Plaza de los Héroes de Viena. Este poema, compuesto en casi su totalidad de neologismos, y que por tanto obliga a una traducción aproximada, evoca el recuerdo de este momento mezclando referencias a la caza, la religión y la sexualidad.